Vivir en una cultura arcaica no ayuda a sobrellevar muchas situaciones y una de ellas es ésta. La infertilidad femenina.
He sido sometida a muchos procesos médicos para saber dónde radicaba mi problema y si éste tenia una solución sólida.
Este proceso ha conllevado mucho esfuerzo, no solo corporal, no solo económico. Sino emocional. El choque de tener una vida "organizada" desde tu infancia, inculcada por tu familia, con la realidad de no poder llevarla a cabo, es lo más paradógico que te puede ocurrir.
Primero no lo aceptas. Piensas que es error de los médicos que no han depositado todos los conocimientos suficientes o que no son competentes.
Luego crees que debes optar por una clínica mejor, igual era barata y por eso no te dan solución.
Luego crees que tu culpa porque no has depositado tus mayores esfuerzos en el proceso. Más tarde te aferras a la esperanza de que sea una situación pasajera.
Y con el paso de los años desistes de seguir con procesos que solo aumentan una esperanza que se retroalimente de pena y desesperación.
Esa situación y la autocompasión de tu familia hace que menguen tus ganas de vivir.
Pero ¿Dónde está la solución?
Esta pregunta nos la hacemos cada día cuando nos acostamos y pensamos en el día de mierda que hemos tenido.
Tras este proceso pensamos y nos damos cuenta. Todo esta en tu mente y en la manera de canalizar tu estado. Sí, tenemos que aceptar que la naturaleza nos ha negado concebir por nuestros medios, pero ¿están todas las puertas cerradas? NEGATIVO.
Si nunca nadie se hubiera parado a pensar en ello, no hubieran hecho la loca aventura de pisar la luna.
Con esto quiero animar a buscar más soluciones. A investigar sin límites. Optar por nuevos métodos como puede ser la maternidad subrogada.
Es un proceso novedoso, prueba de ello no está legalizado en todos lo países.
Por ello animo a atreverse. La vida es luchar, caer y levantarse.
He sido sometida a muchos procesos médicos para saber dónde radicaba mi problema y si éste tenia una solución sólida.
Este proceso ha conllevado mucho esfuerzo, no solo corporal, no solo económico. Sino emocional. El choque de tener una vida "organizada" desde tu infancia, inculcada por tu familia, con la realidad de no poder llevarla a cabo, es lo más paradógico que te puede ocurrir.
Primero no lo aceptas. Piensas que es error de los médicos que no han depositado todos los conocimientos suficientes o que no son competentes.
Luego crees que debes optar por una clínica mejor, igual era barata y por eso no te dan solución.
Luego crees que tu culpa porque no has depositado tus mayores esfuerzos en el proceso. Más tarde te aferras a la esperanza de que sea una situación pasajera.
Y con el paso de los años desistes de seguir con procesos que solo aumentan una esperanza que se retroalimente de pena y desesperación.
Esa situación y la autocompasión de tu familia hace que menguen tus ganas de vivir.
Pero ¿Dónde está la solución?
Esta pregunta nos la hacemos cada día cuando nos acostamos y pensamos en el día de mierda que hemos tenido.
Tras este proceso pensamos y nos damos cuenta. Todo esta en tu mente y en la manera de canalizar tu estado. Sí, tenemos que aceptar que la naturaleza nos ha negado concebir por nuestros medios, pero ¿están todas las puertas cerradas? NEGATIVO.
Si nunca nadie se hubiera parado a pensar en ello, no hubieran hecho la loca aventura de pisar la luna.
Con esto quiero animar a buscar más soluciones. A investigar sin límites. Optar por nuevos métodos como puede ser la maternidad subrogada.
Es un proceso novedoso, prueba de ello no está legalizado en todos lo países.
Por ello animo a atreverse. La vida es luchar, caer y levantarse.
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